GUÍAS DE TRABAJO DE SEXTO, SÉPTIMO, OCTAVO Y NOVENO
Realiza la siguiente lectura en familia y discuten las reflexiones que
deja el cuento para luego analizar cómo se puede aplicar lo
aprendido en su vida, con los planes que se tienen para este año escolar.
y luego descarga el archivo en word para desarrollar la guía
completa. la evidencia la puedes enviar de la siguiente manera.
1. Las puedes desarrollar en los comentarios mencionando tu nombre y
curso.
2. Enviándolas al whatsapp del curso del profesor de ética .
3. Enviándolas al correo yuryorientamisaeljornadatarde@gmail.com
ARCHIVO WORD DESCARGAR https://drive.google.com/file/d/1_O1yyXfvYkIkuBe-k2tpOTm_Rsix8D7K/view?usp=sharing
INVENTARIO DE MI
VIDA
Aquel día lo vi
distinto. Tenía la mirada enfocada en lo distante. Casi ausente. Pienso ahora
que tal vez presentía que ese era el último día de su vida. Me aproximé y le
dije: "¡Buen día, abuelo!" Y él extendió su silencio. Me senté
junto a su sillón y luego de un misterioso instante, exclamó: "¡Hoy es
día de inventario, hijo!"
"¿Inventario?"
pregunté sorprendido.
"¡Sí. El
inventario de las cosas perdidas!" me contestó con cierta energía y no
sé si con tristeza o alegría. Y prosiguió: "Del lugar de donde yo vengo,
las montañas quiebran el cielo como monstruosas presencias constantes.
Siempre tuve deseos de escalar la más alta. Nunca lo hice, no tuve el tiempo
ni la voluntad suficientes para sobreponerme a mi inercia existencial...
Recuerdo también a María, aquella chica que amé en silencio por cuatro años;
hasta que un día se marchó del pueblo, sin yo saberlo. ¿Sabes algo? También
estuve a punto de estudiar ingeniería, pero mis padres no pudieron pagarme
los estudios. Además, el trabajo en la carpintería de mi padre no me permitía
viajar.
¡Tantas cosas no concluidas, tantos amores no declarados, tantas oportunidades perdidas!" Luego, su mirada se hundió aún más en el vacío y se humedecieron sus ojos. Y continuó: "En los treinta años que estuve casado con Rita, creo que sólo cuatro o cinco veces le dije 'te amo'".
Luego de un breve
silencio, regresó de su viaje mental y mirándome a los ojos me dijo:
"Este es mi inventario de cosas perdidas, la revisión de mi vida. A mí
ya no me sirve. A ti sí. Te lo dejo como regalo para que puedas hacer tu
inventario a tiempo." Y luego, con cierta alegría en el rostro, continuó
con entusiasmo y casi divertido: "¿Sabes qué he descubierto en estos
días?”-¿Qué, abuelo?" Aguardó unos segundos y no contestó, sólo me
interrogó nuevamente: -"¿Cuál es el pecado más grave en la vida de un
hombre?" La pregunta me volvió a sorprender y sólo atiné a decir, con
inseguridad: -"No lo había pensado. Supongo que matar a otros seres
humanos, odiar al prójimo y desearle el mal. ¿Tener malos pensamientos, tal
vez?"
Movió su cara de
lado a lado, como reacción a mi respuesta errada. Me miró intensamente, como
remarcando el momento y en tono grave y firme me señaló:
"El pecado más grave en la vida de un ser humano es el pecado de omisión. Y lo más doloroso es descubrir las cosas perdidas sin tener tiempo para recuperarlas." Al día siguiente, regresé temprano a casa, luego del entierro del abuelo, para realizar en forma urgente mi propio inventario de las cosas perdidas. |
La mayoría de las
personas son el producto de sus hábitos y tratar de cambiarlos es una tarea de
titanes. Por ejemplo: Si has comido mal durante los últimos diez años tratar de
cambiar ese hábito será muy difícil porque estás acostumbrado a un tipo de
dieta. Por eso hay que comenzar teniendo
en mente un objetivo bien definido y
sobre todo prepárate para realizar un cambio drástico
de actitud.
Comentarios
Publicar un comentario